martes, 15 de julio de 2014

Camino a la bioconstrucción

La bioconstrucción no es nada nuevo, no muchos años atrás, nuestros abuelos ya vivían o edificaron sus casas con adobe, paja u otros elementos naturales.
Las famosas casas chorizo no son para nada precarias en lo que se refiere a sustentabilidad y ahorro de energía. La revolución industrial fue quien llevó a la arquitectura a una invasión de cemento y hierro como es actualmente.

Tanto la antigua arquitectura, falta de tecnologías, como la moderna, carente de respeto a los orígenes y a la naturaleza, están ahora pidiendo a gritos ayuda y conciencia, y nosotros, muchas veces indiferentes, notamos, en nuestra vida diaria una inmensa necesidad de equilibrio y armonía.
Las viviendas de ahora son frías, o demasiado calurosas (¡¡pero no importa!!! salió al mercado un aire acondicionado mucho más potente!, o agregamos calefactores o radiadores) pero no nos damos cuenta que seguimos encerrados en una burbuja de comercio, demandas, necesidades innecesarias, multinacionales, petroleras, energía y más energía (¡que no se renueva sino que contamina!).
Debemos buscar un equilibrio, y esto no significa que comencemos a hacer nuestras casas de barro y paja, no (si no es su deseo o estilo de vida elegido), solo es cuestión de detenernos a ver.... a observar a la naturaleza que tanto nos habla todo el tiempo.... a ver como nuestros antepasados construyeron y aprender a guiarnos, y a ello, agregar nuestro sello de personalidad y actualidad. La tecnología sirve pero tenemos que saber utilizarla; no por casualidad vivimos en estos tiempos; no por casualidad tenemos toda esta información del pasado y del futuro a nuestro alcance; no por casualidad somos muchos los que escuchamos los gritos de nuestra madre tierra pidiendo ayuda.
Construyamos con conciencia y amor y vamos a hacer un futuro mejor.

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